Aunque el deseo invade mi cuerpo en estos momentos, se que no debo dejarme llevar por el instinto, mi cuerpo te desea, mis labios te aclaman, mi cuerpo pide tus manos suaves que lo recorran, que lo sacien de caricias prohibidas.
Cada día al llegar la noche mi cuerpo implora que lo toques, que lo recorras suavemente, cada parte mientras la piel se me eriza, mientras imaginó que tus labios se encuentran con los míos y me demuestran la pasión que llevas adentro.
Está pasión que anhela ser desbordada, está pasión que ya no puede ser callada, está pasión acompañada del deseo ardiente de tenerte aquí, tocándome, sólo tu me provocas los más prohibidos placeres, sólo tu icitas a mi cuerpo al pecado, pero si el sentir el placer de tu cuerpo junto al mío es pecado ante los ojos de los hombres que más da pecar.
Llename de caricias, llenarme de los placeres prohibidos que si esto está mal no lo habrían creado, quiero que recorras mi cuerpo ardiente de deseo y pasión y así juntos fusionados en uno sólo llegar y tocar el cielo después de desbordada la pasión...
Te deseo tanto....
Zyanya García
22 de julio 2014
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